La fundación Víctor Ullate se creó a partir de los dos infartos sufridos por el fundador, Ullate, que al ver la muerte tan de cerca, decisión crea dicha fundación ubicada sobre todo a los niños más desfavorecidos, aquellos niños que no tiene nada y poder darles una oportunidad como los demás.
El objetivo de la fundación era poder enseñarles las artes del baile, pero se encontraron con algo con el que jamás habían trabajado. Estos niños carecían de atención y disciplina, algo que es indispensable para el baile. Otro problema al que se enfrentaban era la retirada de muchos de los niños, de los 30 al principio solo quedaban 15. Eso fue un golpe para la profesora Pilar Echevarría, aunque también afirmó que algunos de los niños habían decidido acudir a las clases todos los días. A ella también le preocupa algo más: la escasez de chicos en el ballet por el dicho popular “el ballet es de chicas” cuya afirmación no es cierta ya que el trabajo de bailarín es muy duro, con un entrenamiento de ocho horas diarias y requiere la total entrega física para poder ser un buen bailarín o bailaría. En conclusión los profesionales creen y sienten que el baile es algo más que mover el cuerpo sino que aporta una mejor energía, y que mediante el baile los sentimientos se muestran con mucha transparencia.
